Cuando
el mirar televisión deja de ser un momento de distracción o de
entretenimiento, para convertirse en una obsesión a la cual se le
dedica más de 3 horas por día, se puede afirmar que estamos ante la
presencia de una adicción.La televisión actúa como un
tranquilizante para el cuerpo humano; provoca somnolencia. Luego de
una larga exposición también es común que provoque depresión. Su
uso no sólo rompe la comunicación interpersonal, si no que preocupa
actualmente los contenidos violentos y sexuales que son permitidos
mostrar en muchos programas. El adicto a la televisión descuida sus
compromisos ocupacionales, sociales y familiares prefiriendo
permanecer aislado de la vida real.
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